«Conocer para amar, amar para conservar, conservar para trasmitir» … cuatro verbos que se armonizan para dar cuenta del trabajo realizado por D. Francisco Javier Boada, en su brillante y profunda investigación, presentada el día de ayer en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Con este último paso  culminan cuatro apasionantes años de estudio,  alcanzando el título de Doctor en  Bienes Culturales de la Iglesia ¡Enhorabuena!

 Con ocasión de la defensa de su tesis doctoral titulada: «Los Bienes Culturales en el Arzobispado Castrense de España: estudio, análisis y catalogación», se ha hecho presente una buena parte de la comunidad educativa del Pontificio Colegio Español, encabezada por el hasta ahora rector y obispo electo de Ávila, D. Jesús Rico García, el resto del equipo formativo del Colegio y un significativo número de amigos de D. Francisco Javier, representantes diplomáticos, civiles y militares, de España. El salón se ha quedado pequeño en esta oportunidad en la que pudimos acompañar y ser testigos del intenso y minucioso trabajo de investigación y catalogación realizado por D. Francisco Javier, labor que reclama una necesaria continuidad, no sólo por la urgencia de preservar el patrimonio de la Iglesia Española, especialmente el del Arzobispado Castrense, sino por su irrenunciable vinculación con la evangelización, en la que los bienes culturales de la Iglesia no aparecen sólo como piezas de museo, sino como patrimonio vivo de la fe cristiana. Auguramos a D. Francisco Javier el mayor de los éxitos en esta nueva etapa que comienza y que su labor en este campo siga rindiendo frutos para el bien de la Iglesia en España. ¡Misión Cumplida!